El desarrollo de mi bebé (0 a 12 meses)
- Celia Calderón
- 14 sept 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 sept 2018
Elaborado por: Licda. Celia Calderón
Fecha: 14 de septiembre 2018

¿Por qué te será útil conocer las características de las principales etapas del desarrollo del niño?
Primero, déjame explicarte que estas pautas, únicamente son guías sobre el desarrollo de los niños, pero de ninguna manera deben ser tomadas como leyes, ya que cada niño va construyendo su ser y transformándolo a través de sus interacciones con el medio. El desarrollo de su vida cognitiva, emocional y social es compleja, y es necesario que lo veas como una paleta de colores en las que existen múltiples tonalidades que constituyen la individualidad de cada niño. Sin embargo, la necesidad de conocer sus características más destacadas en cada etapa te será útil porque te permite participar activamente en el desarrollo normal del niño. Asimismo, te permitirá detectar a tiempo cualquier alteración, para que puedas intervenir lo antes posible, si fuese necesario.
Mi bebé de 0 a 12 meses
La prioridad biológica durante este tiempo es la supervivencia. El bebé y su relación con el entorno está relacionada con la fase oral-alimenticia y será su primer fuente de satisfacción y al mismo tiempo de descarga de tensiones y expresión de sus necesidades. El bebé explorará el mundo a través de la succión y el morder. Es importante que la madre opte por la lactancia natural, por el nivel de nutrientes y características de inmunidad que esta posee, además del apego y vínculo que favorecerá su desarrollo psicológico de gran manera; sin embargo, esto será una decisión propia de ella porque lo más importante es que la madre esté dispuesta a que este proceso sea exitoso.
En cuanto al desarrollo físico encontraremos el estadio reflejo (de 0-3 meses) en donde habrá mayor espera al cubrir sus necesidades comparada con la inmediatez de la vida fetal. La etapa del suelo (de 4 meses en adelante) Se irá desarrollando a través del movimiento y el desplazamiento en el espacio. Podremos ayudar al bebé colocándolo recostado sobre una superficie amplia y suave, para que pueda moverse y explorar los movimientos de su cuerpo. A partir de esto, avanzará desde movimientos involuntarios hasta lograr cierto nivel de autonomía con la marcha. El proceso inicia con el gateo, para terminar con el ponerse de pie alrededor del año.
Respecto al lenguaje al inicio serán gestos, actitudes y contactos visuales sus formas de expresión, provocando reacciones en su entorno, y a través de los cuales habrá un intercambio afectivo con los demás. También expresará sus emociones a través del tono muscular y de la tensión. Su lenguaje corporal será su primer forma de comunicación. Y sus sonrisas serán una expresión de alegría ante un objeto externo y a partir de los 2 meses te indicarán si tu bebé es feliz o no. En esta fase es importante atender sus necesidades sin adelantarnos ni retrasarnos demasiado, siempre teniendo cuidado de ser cariñosos y hablarle porque el bebé también tiene necesidades afectivas que debemos cubrir y sobre las cuales se establecerán su seguridad y capacidad de dar y recibir afecto a lo largo de su vida. El bebé aumentará sus vocalizaciones al rededor de 2 o 3 meses (balbuceo), emitirá sonidos asociados a su lengua materna al rededor de los 6 meses y entre los 11 o 12 meses emitirá su primera palabra.
Tú y tu pareja serán todo para tu bebé, él estará en un constante descubrimiento y manifestará interés por las cosas y las personas que le rodean, incluyendo su cuerpo. Te considerará a ti como una prolongación de su propio cuerpo por lo que tu presencia constante y tus intervenciones positivas lo ayudarán a sentir mayor seguridad.
Es importante que le tengan paciencia con tu pareja en cuanto al involucrarse en el espacio psicológico de tu bebé, ya que como anteriormente te describía, a ti te percibe como una continuidad de sí mismo; pero a él no. Este proceso será lento pero progresivo y ayudará mucho el tiempo que comparta en las actividades con el bebé.
A partir de los 10 y 12 meses el bebé ya será capaz de pensar en objetos y personas que conoce por lo que verás que empieza a asociarlos con un nombre o un sonido.
Es muy importante que como padres y/o cuidadores tomes como tarea fundamental la creación de un entorno positivo y enriquecedor para un correcto desarrollo de la personalidad de tu bebé.
Haz tu mejor esfuerzo para estar atentos a sus necesidades y demandas:
Físicas (Alimento, higiene, vestido, aseo, descanso…)
Psíquicas (Estimulación de los sentidos…) y
Afectivas y sociales (Que le hablen, le miren, que le den cariño…)
Sobre todo los primeros meses, después es necesario que aprenda poco a poco a tolerar la frustración y comprender ciertos límites, sobre todo cuando se trata de su seguridad.
Se trata de determinar cuáles son las necesidades reales que hay que satisfacer y cuál es el modo correcto de hacerlo; porque el mismo daño se le puede hacer al niño que no tiene sus necesidades cubiertas, como a aquel que carece de límites porque los padres atienden todas sus demandas y deseos –sean cuales sean–.
Fuente: Cantero, Vicente, María Pilar. Psicología del desarrollo humano: del nacimiento a la vejez, ECU, 2012.
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